La semana pasada reviví el mejor momento de mi vida, y luego estuvimos de cena en el Ritz.
Vieiras,
Cordero,
Chocolate,
y baile.
Me preguntaban si es mejor ese refinado ambiente urbano o la ruda vida montaraz. Mi respuesta es que lo uno no quita lo otro, según demostré el pasado lunes 22.
Como muestra, el miércoles vamos a ver a Jose María.
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