Ayer se produjo la matanza en Paris. Esta foto es la que me queda. El miedo y un padre.
La rutina de la vida y la eforia de la muerte, una junto a la otra.
Me temo que la "soberbia racionalista" ha podido ya con nosotros.
Y el desánimo llega también a lo personal. "Te veo tristón", me dijeron ayer. Me acuerdo de D. Quijote, en algún pasaje decía que no podía durar tanto la mala suerte. A ver si cambia.
Habrá que hacer algo. Lo que no sé qué...
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