Me ha encantado Helsinki.
Finlandia es un país nuevo. Joven. No desgastado y caduco, como nuestra España, o Reino Unido, o Suecia, o incluso Francia. Sus habitantes estan orgullosos de serlo. Su lengua y el clima lo han protegido de la inmigración masiva. Un pais poco poblado (por 5 millones) pero muy extenso. El 70% de su superficie son bosques, y el 8% lagos. En invierno nieve, en verano sol. Una feliz Arcadia helada, pero a la vez tecnológica y puntera, preocupada por su riqueza y el suministro de energía.
Por otra parte, el viaje me ha mostrado el modelo imposible de una empresa caduca, que tengo muy cerca. Por contra, los japoneses son lentos, pero inexorables. Me ha impresionado ver sus rondos de presentación, formando en fila ordenada, intercambiando sus inagotables tarjetas de visita...
En cambio España, ¡Oh! España. Que lejos queda la Laudatio Hispania de San Isidoro. Mil quinientos años has durado... Nadie queda ni para sepultar tu cadáver. Nadie.
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