viernes, 31 de diciembre de 2010

Balance de 2010 y deseos para 2011

Último post del año. La dedicación a ejercer el oficio de padre durante esta semana ha arrollado el resto de proyectos. Nieve en Navacerrada, un parque de Pozuelo, el parque Juan Carlos I, las actividades de la Plaza de Colón y hasta un paseo para lavar el coche han consumido la última semana del año.

Sí que saqué un rato para valorar unas hectáreas de olivo en la provincia de Jaén. Con las hipótesis más favorables, un descuento de flujo de caja a 10 años me daba una valoración mitad de lo que pedían los paisanos. Eso me ha llevado a un conundro, que es mi resumen de 2010 (aunque estaba ya perfectamente formulado en un titular a finales de 2009): “el valor de los olivos por las nubes y el precio del aceite por los suelos”. ¿Qué está pasando? Paradójicamente, esta mañana he leído en un libro reciente de Marc Vidal sobre Nueva Economía una frase que ahonda en la herida: “Está desapareciendo el empleo asalariado en masa, producto de un modelo industrial concentrado y cuyo valor competitivo era la cantidad” (pág. 141). Para pensarlo en 2011.

Acabo el año cumpliendo el objetivo (nada fácil) de cambiar de casa, pero sin cumplir el objetivo de crear una empresa. A ver si este 2011 pasamos “del calor de la nómina al vértigo de la declaración de IVA”. Alguna semilla hemos puesto, pero falta trabajar mucho más. Y en paralelo con otros proyectos en marcha, de nómina con vértigo ...

En trading hemos sacado rendimientos aceptables, si bien nos hemos perdido dos rallyes históricos: el del SLV y el de SQM, que seguíamos tan de cerca. Tant pis.

Que coman ustedes bien las uvas, les deseo un Feliz y Próspero 2011. El nuestro no tiene mala pinta...

martes, 28 de diciembre de 2010

Inocente, inocente

En lugar de avanzar en el MYOB, me paso el día con los niños. Bueno, tampoco está tan mal, si no hiciese tanto frío...

Por lo menos sí que estoy avanzando algo en el libro de Roubini. Llevo leídas las tres cuartas partes. Roubini entiende bien lo que ha pasado y lo sabe explicar. Sus propuestas para el futuro me parecen algo ingenuas (prohibir esto, prohibir lo otro,…). Me ha dejado de piedra su propuesta de “evitar el arbitraje” de la pág. 344, en línea con las “coherentes ideas de Keynes” de la pág. 296, a quien se ve que adora, por citarlo una docena de veces en la introducción.
La principal crítica que le hago es que, de momento, el título del libro no se ajusta a su contenido. “Cómo salimos de ésta”, debiera titularse "cómo hemos llegado a ésta y cómo hacer que no volvamos a entrar”. No aparece por ningún sitio la capacidad de imaginar el futuro, que tanto me gusta. Tengamos un poco de paciencia, a ver si hay algo de esto en el cuarto de libro restante.

Dos cosas relacionadas con el aceite. La primera es que he dado de alta como blog que sigo a ibexsalad. La segunda, que ayer en Sánchez Romero compré una botella de alberquina, a ver si vamos haciendo el paladar.

Por último, anoche en la cama escuché en la radio a la diputada catalana Alicia Sánchez Camacho “nosotros, los liberales…”, ¡Jesús!... Dijo que estaba en contra del aborto y a favor de la energía nuclear. ¡Toma ya! Mare de Deu Señó...

Hablando de energía eléctrica, el recibo sube el 1 de enero un 9,8%, justo la constante gravitatoria. Y no es una inocentada. De esto hablaré otro día.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Navidad y recuerdo

La pasada semana estuvimos en una cena de Navidad en el Museo del Traje. Buena comida y buena compañía. Reseñable el que fuese un evento libre de humo. En el transcurso de la cena, un conocido ingeniero, que abandonó las catacumbas de la función pública para hacerse empresario, me lo aseguró: "2011 va a ser un año terrible, terrible, ...".

Le mandé a Jaime mi valoración de Statoil, en lugar de la propuesta absurda que nos hizo. A ver cómo respira. De todo modos, me sirvió para darme cuenta de mis carencias en comprensión y análisis de balances. Sea ese trabajo Jim Kingsdale in memoriam...
Tengo ahora diez días de vacaciones. En la medida en que las obligaciones familiares me lo permitan, dedicaré algo de tiempo al "mind your own business" y a analizar algo más las cuentas domésticas.

Feliz Navidad a todos.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El AVE a la playa

El futuro se ve negro, negro, negro (¿para quién?). Cada día me rodean nuevas evidencias de que vamos cuesta abajo y sin freno. Ayer se inauguró el AVE a de Madrid a Valencia: “La playa ya está a hora y media”, decían los medios de comunicación. ¿La playa? ¿Hemos construido el AVE para ir a la playa? Esta mañana hemos hecho una entrevista a un ingeniero, consciente de la gravedad de la situación económica, que se está preparando para irse de España si no encuentra trabajo en breve. No hemos podido hacer mucho más, la empresa tiene jornada reducida por Navidad…

Además, estos días en la empresa estoy inmerso en una lucha por el poder entre facciones, de la cual intentaré no salir trasquilado. Da pena ver lo peor de cada persona en esos momentos… Estoy esperando que pase la incertidumbre, y si la cosa va bien exclamar las palabras que Margarite Yourcenar ponía en los labios de Adriano: “por fin puede dejar de pensar en mí, y empezar a pensar en el mundo”. Veremos qué pasa dentro de un par de meses.

Y en ámbito más personal, este sábado vi en la tele la oscarizada “Volver a empezar”, del Cow Boy J.L. Garci. Es una película sentimental, que hizo que me viniesen a la cabeza los valles de Sobrarbe y los riscos de La Ribagorza. Este jueves vamos.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Tiros a la barriga (del controlador)

Si de algo hay que hablar hoy es de los controladores aéreos. Cuantas más informaciones se publican, mayor es mi perplejidad. Esto es un tema recurrente, de años y años atrás, que todas las Navidades y veranos es noticia, como los pilotos o los maquinistas de Renfe. Nunca he tenido muy claro cuánto cobran, ni de qué se quejan. Analicemos la situación por partes:

1.- Tradicionalmente ha sido un gremio cerrado (de “enchufados”, para que se entienda), con acceso controlado por quien mande en ese momento y por el propio gremio. Hasta la llegada de RianAir e EasyJet, el aire era un mundo glamuroso, exclusivo para ricos, donde el dinero parecía no ser un problema. Ese es el punto de partida.

2.- Es un misterio cuánto trabajan y cuánto cobran, lo cual debería estar bastante claro, siendo AENA una empresa pública. Entre informaciones y desmentidos, parece que hasta ahora debían de tener un sueldo base de unos 150.000-200.000 euros, que con horas extras llegaba hasta 300.000-400.000 euros (euros brutos al año, que tras pasar por Hacienda se debe quedar en el 55%-65% de estas cantidades). Con esa tarifa horaria, no es raro que se hinchasen a trabajar en horas extras (hacían más de 500 al año), y que pusiesen pegas a la ampliación de la plantilla. Al no ampliar la plantilla, el crecimiento del tráfico aéreo tiene que ser absorbido por los que están, por lo que hay necesidad de hacer más horas extras. Sin embargo, con este proceder AENA queda presa de su propia política empresarial: ya no puede eliminar las horas extras aunque quiera.

3.- Lo que el Gobierno ha hecho es básicamente recortar las horas extra a un límite de 80 al año (referencia habitual en otros sectores), que se suman a las 1700 horas de trabajo en horario “normal”. Pero ni los controladores están contentos (cobran la mitad), ni AENA (sin horas extras no pueden atender todo el tráfico aéreo). Eso explicaría aspectos incomprensibles del decreto del gobierno, como que en las 1700 horas se pida que no cuenten las horas de médico, o de reducción de jornada por maternidad. AENA necesita sacar más horas de donde sea.

4.- Psicológicamente, el pueblo llano odia a los controladores, por su alto sueldo (la envidia es el pecado nacional) y por el chantaje que hacen frecuentemente con sus huelgas, encubiertas o no.

5.- Psicológicamente, los controladores sienten que han perdido la mitad del sueldo, pero tiene que seguir trabajando las horas necesarias para atender el tráfico existente. Son los que son, no van a poder contratar ni formar a más en poco tiempo. Únase a ello que son vistos por el resto como los villanos de la película y eso a nadie le gusta. Olvidan los controladores en su análisis, que el sueldo medio del español ronda los 22.000 euros (y no olvide tampoco Usted, amadísimo lector).

6.- Lo más incomprensible de todo es el sainete ridículo que el Gobierno ha montado en esta ocasión. ¡¡Estado de alarma!! ¡¡Militarización!! (Perdón, ¿nos bombardean los alemanes?). En los últimos 30 años ha habido situaciones críticas en este país (políticas, militares, terroristas, de inmigración, medioambientales, …), gobernando unos u otros, pero a nadie se le ha pasado por la cabeza reducir las garantías constitucionales de ningún colectivo de la sociedad. ¿Y ahora sí?

No sé hasta qué punto hay tramas conspiratorias judeomasónicas y esto es un montaje del gobierno para desviar la atención del asunto económico (que también podría ser, ayer hubo una nueva subida de impuestos en el mismo decreto que fijaba las horas de los controladores), o simplemente el gobierno quiere aparentar algo de autoridad sobre un problema que se les iba de las manos (fenomenal la ópera bufa de los militares tomando el aeropuerto de Barcelona una semana después de que el PSOE pierda el gobierno de la Generalidad).

Gracias a Dios, sin muertos esta vez, pero con pistolas desenfundadas, el asunto me recuerda al PSOE de 1933 y al iluminado de la época D. Manuel Azaña (aunque él sabía escribir): “Tiros a la barriga (del controlador)”. Si al final todo es memoria histórica. Recuerden del Gold&Silver Meeting: Economía, historia, substancia.

Me voy a desayunar a Ikea. Sí han oído bien.