viernes, 17 de mayo de 2013

Católico "práctico"

Recuerdo que de niño, cuando estaba enfermo y me recetaban una inyección, venía a casa a ponérmela "el practicante". Martínez se llamaba. Martínez era un tipo viejo, serio y feo. Aunque parezca mentira, entonces no se utilizaban jeringuillas desechables, sino que el practicante hervía la jeringuilla de vidrio, para desinfectarla del paciente anterior. Era todo un ritual, ver como hervía el líquido de la cajita metálica en la que estaba la jeringuilla, un líquido que me parece que era alcohool. Ritual durante el cual el niño nervioso iba descubriendo la parte superior de la nalga... Cuando oigo hablar del católico practicante, me acuerdo de Martínez.

Católico practicante es como decir conductor con carnet, taxista con taxi, o padre con hijos. Lo bueno de ser católico es que puedes ser bueno o malo, pero ello no te expulsa de la comunidad, como pasaría en cualquier otra (salvo la familia, tal vez). Por eso me gusta más lo de católico "práctico", en lugar de "practicante".

Poco práctico es el encarcelamiento de Blesa, por un juez con nombre de chiste, que parece que no paga el alquiler. Lo que menos me gusta de España es el habitual lacayismo hacia los poderosos, que luego se transforma en saña cuando han caído. ¡Cuántos que le hubiesen lamido el zapato a Blesa ahora descargan su vinagre sobre él!


Lo de siempre en este país, a moro muerto gran lanzada.

Ayer comida con Álex y hoy comida con J. Muy bien las dos. Un cosa en común, que se plantean irse de España. ¿Dónde? Donde sea. A Oulu, por lo de católico práctico.




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