Es saludable salir a provincias por muchos motivos. El principal es que tocas la realidad, escuchando hablar a la gente o bien leyendo la prensa local.
Ayer, día 7 de agosto, experimenté uno de esos toques frente a la prensa escrita local. En La Nueva España del Occidente aparecía la carta "Defensores de lobos", de D. César José Llanes, de la localidad de Cabruñana, en Grado. Se defendía D. César de las insidias ignorantes del académico Polledo, muy preocupado en su sillón urbano por los derechos de los lobos, pero indiferente al esfuerzo de quien le da de comer. Y le da de comer en sentido directo e indirecto: con los alimentos que cultiva y con los impuestos que paga.
El mayor destrozo que se produce en la economía actual es el de los reguladores. Con sus malditos juegos neuronales empeoran la vida de quien les mantiene. No existen los juicios sintéticos a priori, D. Immanuel Polledo. No tardará en llegar un cirujano de hierro que les despierte. Hasta que llegue ese momento, Don César tendrá que seguir bailando con lobos.
En la misma línea, anuncian hoy que el ministro Soria (Arriba España, María), va a gravar la producción fotovoltaica por particulares. El permanente impuesto al trabajo, a la producción, a la creación de riqueza... ¿Por qué no suben el IVA al 50% y nos dejan ya en paz? Panda de bellacos mentirosos…
Hoy sigue cayendo orbayo en Soto de Luiña. Y algo de chirimiri en mi corazón.
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