Hoy José Tomás ha resucitado el toreo en Las Ventas. Cuatro orejas. Todavía es demasido pronto para entender lo que ha pasado y ver las consecuencias. Sí lo saben quienes han pagado 3000 euros en la reventa para entrar a verlo.
Tercer toro: seis chicuelinas ceñidísimas; brinda el toro al público, no al Borbón; faena de menos a más, magistral al final con la derecha. Dos orejas.
Quinto toro: verónicas de la casa; el varilargero Francisco de Borja pica dos puyas magistrales; el toro le roza el cuerpo en cada pase, Tomás impasible; derechazos profundos y naturales que arrastran al toro; naturales a pies juntos y estocada. Dos orejas.
Antes de morir sólo nos falta ver al de Galapagar con Ponce antes y Talavante después.
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